En los últimos meses hemos recibido cada vez más pacientes que reportan una pérdida considerable de cabello, todos ellos pacientes que tuvieron COVID-19. Se estima que un 25% de personas que tuvieron la enfermedad, presentan caída anormal y severa de cabello desde 30 a 90 días después de haberse contagiado.
La alopecia o comúnmente llamada “caída de cabello” tiene muchas razones, así como muchos tipos. Entre ellos encontramos la alopecia androgénica, causada por hormonas y que es muy común en hombres, además de ser hereditaria. O la Alopecia Areata, relacionada también con el estrés, pero más por una respuesta de nuestro sistema inmune que genera la caída en ciertas partes causando la caída del cabello en forma circular.
Pero existen también otro tipo de alopecias con causas distintas y que son fruto de nuestro estilo de vida, más allá de nacer con ello. El estrés y la alopecia van siempre de la mano, además de mala alimentación, malos hábitos como cigarro o alcohol, sin embargo, sabemos que situaciones estresantes generan una importante caída de cabello. A este tipo de alopecia se le llama Efluvio Telogénico. Y se relaciona con episodios de mucho estrés, causando que los folículos pilosos pasen a una etapa de reposo. En muchos casos no requiere de un tratamiento especial, ya que el cabello vuelve a salir tras unos meses.
¿Qué es el efluvio telogénico?
En su ciclo de crecimiento natural, el pelo atraviesa tres fases: la anágena (de desarrollo), la catágena (de crecimiento lento y transición) y la telógena (de caída y reinicio del ciclo). Lo normal es que los distintos folículos del cuero cabelludo alternen estas fases de forma equilibrada para que el pelo se renueve poco a poco.
Sin embargo, cuando se produce alguna alteración este equilibrio se rompe y una proporción elevada de folículos entran súbitamente en fase de caída, lo que llamamos efluvio telogénico.
Covid-19 y efluvio telogénico
Ciertas enfermedades infecciosas pueden generar efluvio tras la recuperación. Incluso situaciones como la pérdida de peso o el embarazo desencadenan caída de cabello y es considerado dentro de lo normal, ya que el cabello regresa al poco tiempo.
Con la covid-19 parece suceder algo similar. Un estudio realizado por investigadores de universidades de Estados Unidos, México y Suecia, en la cual analizaron estudios sobre el tema en 48,000 pacientes recuperados de covid-19, notaron que un 25% de los pacientes presentaron efluvio telogénico de 30 a 90 días después de contagiarse. El momento en el que se presenta ha dado pie a la duda en cuanto a su relación con el estrés, lo que lleva a pensar que podrían haber otras causas relacionadas con el proceso infeccioso que hay que valorar.
Expertos consideran que la misma inflamación generalizada que produce el virus y que, sumada al cortisol (hormona que se eleva en el estrés emocional), genera este cuadro en los pacientes. E incluso han surgidos más hipótesis; un proceso de coagulación en el organismo como respuesta a la infección por covid-19, puede conducir a la formación de microtrombos (pequeños coágulos) que pueden bloquear el suministro de sangre a los folículos pilosos.
Incluso la falta de exposición al Sol debido a la cuarentena puede relacionarse debido a la falta de vitaminas esenciales para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo.
¿Cómo tratarlo?
Como ya comentamos, en estos casos de pérdida de cabello post-covid19, la recuperación del cabello perdido llega sin necesidad de tratamientos, en un tiempo variable desde semanas a 6 - 9 meses o en algunos casos hasta un año, dependiendo de cada paciente. Sin embargo, existen maneras de frenar la caída y ayudar a recuperar el cabello antes.
Primero que nada, es importante determinar las causas exactas, evaluar el estado del cuero cabelludo, el nivel de áreas comprometidas y la severidad de los cuadros. Por ello es importante acudir con un dermatólogo certificado.
Afortunadamente hay alternativas sistémicas o locales que ayudan a compensar faltantes, bloquear sustancias dañinas y mejorar la salud general del cabello. Además, por supuesto de cuidar nuestro estilo de vida para disminuir el estrés, mejorar el sueño, actividad física regular, entre otros.
Además de tratamientos orales y tópicos que pueden variar con cada paciente y que es importante acudir al dermatólogo para que, tras una valoración adecuada, pueda recetarte, existen procedimientos a realizar en clínica que ayudarán a equilibrar el proceso capilar y recuperar más pronto el cabello perdido. Cabe mencionar que, hasta el momento, no hay indicios de que la pérdida de cabello asociada con la covid-19 requiera tratamientos diferentes a los adoptados normalmente para el efluvio telógeno y la alopecia areata. Si presentas caída anormal de cabello después de contagiarte de Covid-19, acude a tu clínica Dermédica más cercana para comenzar un tratamiento a la medida.